miércoles, 22 de julio de 2009

Mirar al pasado para ver el cambio: Los Mayas

La cultura Maya amaneció un 13 de agosto de 3113 a. C., en en el territorio del sur-sureste de México, específicamente en los cinco estados de Campeche, Chiapas (lugar donde se ubica la ciudad principal), Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en los territorios de América Central de los actuales Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador. Esta cultura, una de las más ricas en conocimientos matemáticos, literarios, artísticos y astronómicos desapareció, en muy poco tiempo, quedando sus ciudades prácticamente tragadas por la selva.

Los Mayas dejaron como vestigios de su cultura obras literarias como el
Popol Vuh o el Rabinal Achí declarada Obra Maestra de la tradición Oral e Intangible de la Humanidad, en 2005 por la Unesco. También cabría resaltar que no ha habido ninguna civilización sobre la faz de la Tierra que haya construido tantas ciudades monumentales. Cuando hablamos del Antiguo Egipto, hablamos de varias decenas de ciudades monumentales conocidas. Sin embargo, en el caso de los Mayas hay miles de inmensas ciudades catalogadas de monumentales y muchas más por descubrir en el interior de Campeche, o en el interior del Petén guatemalteco. Todas ellas con construcciones imponentes donde durante aproximadamente 2000 años esta cultura desenvolvió su historia y ensancharon sus conocimientos con instrumentos propios de la edad de piedra. Cómo alcanzaron dichos conocimientos es un misterio, pero todavía hay más. Conocían la rueda, pero no la utilizaban, al igual que conocían el metal pero tampoco utilizaban; conocían armas realmente buenas para su nivel de civilización, como por ejemplo los propulsores, que tampoco utilizaron. Con todos estos conocimientos y con su observación durante décadas de los ciclos de algunos planetas, concretamente de Venus, Mercurio, Saturno y el Sol, lograron crear el calendario maya, el más perfecto de todos. Incluso después de que los españoles descubrieran el calendario maya y quemaran la mayoría de los datos procedentes de esta cultura, 10 años después, el Papa Gregorio XIII, hizo modificaciones en el calendario Juliano, repleto de errores, para acercarse más al calendario maya, de suma perfección.

Según el calendario maya que reitero, es de gran precisión para tener técnicas de medición totalmente rudimentarias (consistentes en pequeños palos), los mundos mayas, porque había habido varios mundos (también llamados Soles) constaban de 13 periodos (Baktunes) de 400 años túnicos, de 360 días cada año túnico. Si tenemos en cuenta la fecha en la cual floreció la cultura maya, el años 3113 a. C, el periodo de 13 baktunes de 400 años túnicos cada uno, llegaría exactamente hasta el 23 de diciembre de 2012. 5125 años exactos desde que vieron la luz por primera vez los "hombres de maíz".

Muchas voces hablan de "fin del mundo", pero los mayas no auguraron ese destino. Cada 5.125 años terminaba y comenzaba una era, un Nuevo Mundo, un Nuevo Sol. En el año 2012 finaliza, según el calendario maya, y muchos otros pueblos americanos, el Quinto Sol: nuestra era. Este dato, no es una profecía, es algo más. Me explico. Este ciclo es de una precisión extrema. Multitud expertos astrónomos consideran que los Mayas dominaban con total perfección el estudio de las manchas solares, ya que en el año 3114 que comienza su calendario hubo un cambio magnético en el sol; pero es que en el momento del declive de la susodicha civilización hay otro cambio magnético en el sol y científicos de la NASA, acaban de anunciar hace unos meses, que en torno al año 2010 va a haber el mayor cambio en la actividad solar en toda la historia conocida. Desde que Galileo comenzó a observar las manchas solares, no ha habido cantidad de manchas solares mayor a la que se espera que haya en torno a 2010. Esto no es profecía, es una predicción científica.

Todo esto aparece muy bien recogido en un libro Maya antes mencionado, el Popol Vuh. Este libro dice que los mundos anteriores a nuestra era (que comienza en el 3114) fueron destruidos por decreto de los dioses. Los mundos evolucionan en espiral porque los dioses buscan la perfección. Entonces van creando y destruyendo una creación que es imperfecta. Primero crearon a unos hombres que eran como animales; luego hacen una creación de unos hombres que son de barro; más tarde hacen una creación de unos hombres que son de madera. Ninguno de estos era suficientemente bueno, por decirlo de alguna manera; no sabían adorar a los dioses, no sabían invocarlos, en definitiva, no sabían dirigirse a ellos mismos como los dioses querían. De manera que realizaron otra creación, la última, el hombre de maíz (nuestra era actual), "solo masa de maíz entró en su carne" dice un fragmento del Popol Vuh. ¿hay imperfección en este hombre? Debe de haberla porque el mundo aún no es perfecto, de ahí que haya, según la cultura Maya, una destrucción en 2012 y vendrá otro mundo, con una nueva creación humana, en busca del hombre perfecto. Un ser humano más compasivo, más religioso.

Al margen de esta escritura antiquísima que se vincula, como la mayoría de las escrituras antiguas a lo sobrenatural, a los dioses, veamos lo que ocurre en este momento: ha aumentado la actividad sísmica, pensemos en el tsunami de 2004, o en el reciente terremoto sobre Italia. La actividad volcánica que se mantiene activa en numerosos focos, la temperatura ha aumentado, el último desprendimiento de hielos, el de la plataforma Wilkins en la antartida fue de 14.000km2, etc, etc, etc. Los cambios se están produciendo ahora, entonces, ¿por qué no pueden darse en un futuro inmediato? Todo esto da que pensar... Siento la extensión, pero creo que el tema lo merece.

Información por cortesía de Enrique de Vicente, director de la revista Año Cero y del profesor de la Universidad Complutense y experto en cultura Maya Miguel Rivera Dorado.



lunes, 20 de julio de 2009

Se fue un pedazo de facultad...

Muy buenas a todos aquellos que me leen. Hace algo de tiempo, pero no demasiado, (por culpa de mis quehaceres no pude hacer esto mismo en su día) alguien nos dejó, alguien que no conozco personalmente, pero cuya sombra me alcanzó cuando entré en la Facultad de Derecho de Málaga. Hablo de don Alejandro José Rodriguez-Carrión, catedrático de Derecho internacional público, profesor en la antedicha facultad y decano de la misma.

Desde que llegué, en el discurso de apertura del curso, me pareció una gran persona, que nos dio la bienvenida a todos, y personalmente a mi me alentó su trato tan cercano que después es difícil ver en algun profesor más (menos aún entre catedráticos, con sus cabecitas llenas de cátedras). Ese día le vi sonriente, encantado de iniciar el curso.

Como Derecho internacional público es asignatura de tercero, no pude verlo mucho más, pero compañeros que lo conocían personalmente, me hablaban de él como "el mejor profesor de la facultad, el más cercano, el que mejor explica..."

Cuando ya pasaron varios meses desde aquella primera impresión, me impacté cuando lo vi postrado en silla de ruedas, pero siempre sonriente, paseando, no sin ayuda, entre los alumnos, respirando ese aroma a estudios entre los pasillos que unen aulas y mas aulas. Ante la duda, pregunté a aquellos que tenían trato con él y con gran pesar me dijeron que este hombre hacía ya unos años que estaba enfermo terminal de cáncer de pulmón. Me sorprendió mucho. También escuché que su única voluntad final era morir siendo profesor, y dar clases hasta que su cuerpo se apagase. Y, lamentablemente así fue.

Las pequeñas pausas en sus clases, las momentáneas idas y venidas, obviamente comprendidas por sus alumnos, cesaron un día, cuando ya no volvió a aparecer por la facultad. Días después, cerraron la misma por luto, por un hombre que, aunque no conocí, hizo de la facultad de Derecho de Málaga una de las mejores universidades de España, hizo de sus clases las más interesantes y como miembro de la que fue su facultad, yo le doy mi particular adiós desde aquí.

lunes, 13 de julio de 2009

Inmensidad...

Usualmente me siento frente al portátil, pienso, medito, me rebano los sesos para ser más exactos, buscando un tema trascendente, una idea acogedora que ofreceros para haceros, si es posible, disfrutar. Lamento deciros que hoy no es el día, así que me limito a narrar el día de hoy, que siempre hay algo en lo que pensar.

Hoy me levanté sobre las 10, en un residencial barrio de Londres, Wapping, poblado en su mayoría por indios. En el desayuno, incluimos, pues éramos dos personas, pan típico de Irlanda, queso Cheddar de Inglaterra, y jamón cocido español. Me calcé mis deportivas "And1", reconocida marca de botines de baloncesto estadounidense y cogimos un trasporte hacia la calle de Oxford Street. Por cortesía de un conductor, probablemente africano, pudimos llegar a Oxford St. Allí, despues de visitar tiendas de uno y otro sitio, nos sentamos en un banco en medio de la calle más transitada de Londres. Para beber una Cocacola, por todo el mundo conocida. A partir de aquí, solo observamos la muchedumbre de personas. No me imaginé que vería tal variedad de personas, altas, bajas, delgadas, gruesas, morenas, rubias... Pero lo más impactante fue la cantidad de razas: pude ver a asiáticos (mi devoción por esa cultura todavía no me permite distinguir chinos de japoneses o de coreanos) hablando inglés, ingleses hablando japonés, indios, marroquíes, polacos, rusos... nórdicos en fin. Alguna que otra vez me sobresaltaba al escuchar el español entre la muchedumbre.

Cuando el bocadillo no dio más de si, nos introdujimos en el gentío y caminando, más bien llevado por esa inmensa corriente de personas y entre, punkies, góticos, pijos y otros estilos de vestimenta, alcanzamos otro bus, que nos llevaría al trabajo de mi amiga, también española. Se trata de un restaurante italiano, situado en "the City", el distrito de negocios de Londres. Obviamente no lo dirigía un italiano, ni tampoco un inglés. Hoy le tocaba el turno a un amigo que es polaco.

Después de tantas mezclas, de tanta variedad, inmensidad, llego a mi pequeño cuarto de alquiler, tras las 14.5 pulgadas de mi portatil y me sumerjo en mi intramundo. Pienso, ¿que suerte del destino me ha hecho llegar a semejante lugar? Fascinado, y orgulloso de der un "ciudadano del mundo" pienso en España, en la calidez de los conciudadanos, y no la extraño ni un solo ápice al convivir con personas con las que me comunico con mi pésimo inglés, y a las que quizás no vuelva a ver en mi vida, pero a las que echaba profundamente de menos.

P.D: Tendré que visitar algún día de estos a mis amigos portugueses, brasileños, colombianos, italianos, polacos, eslovacos, irlandeses y españoles con los que trabajé el verano pasado.

Un saludo inmenso, desde la "Pequeña Londres".

miércoles, 8 de julio de 2009

Tardé en volver, me entretuve...

Muy buenas a todos aquellos que a pesar de mi prolongada ausencia continúan echando una mirada de vez en cuando a aquel lejano mundo de incoerencias e ignorancias que dejaba en este sitio. He vuelto, después de unos duros meses de trabajo continuo de estudio sin fin pero al fin puedo decir con la boca bien grande que HE PASADO EL PRIMER CURSO DE DERECHO. Sí, así es. Puedo decir que he obtenido mi recompensa, aunque yo también me lo busqué. No pongo escusas por mi ausencia, pero almenos esto algo justifica.

Volviendo a recordaros algo de mi, tengo que decir que como mi reloj "vacacional" indica estoy, o mejor dicho, vuelvo a estar en "the city of London", pero esta vez solo para vaguear, descansar, y retomar una vida un poco menos sedentaria que la del estudio.

Y bueno, quiero agradecer a todos aquellos que siguen comentando, aumentando mi número de visitas y que pese a mi escaso don para escribir (válgame mis amigos blogueros) siguen comentandome, e incluso dándome premios que yo orgulloso cuelgo en mi vitrina, aunque solo sea una metáfora.

Espero que esta llegada llene de satisfacción a aquellos como "alma máter" que se preocupó por mis notas, o otros como "una sonrisa" que incluso me incitaba a escribir con memes y premios, cosa que agradezco mucho. Hoy estoy aquí, y reparto mis palabras para aquellos buenos lectores que quieran recibirlas como regalo de fin de curso.

" Tardé en volver, me entretuve,
buscandome la vida deambulé
anduve de nube en nube
estuve de hotel en hotel
el amor de la pluma obtuve
por haberle sido fiel
tuve millones de palabras agarradas a mi piel
decían: no te soltaremos hasta estar en el papel.
Sabéis quien soy, seguís viendome, sabéis que sigo siendo aquel".